Culminó la primera versión del concurso Maestros que Inspiran, un éxito rotundo. Logrando así un aprendizaje por parte de todos los integrantes en sus buenas prácticas educativas.
La calidad de los proyectos fue muy alta al igual que el compromiso mostrado. Se obtuvo de esta manera proyectos que impactaron la sociedad y que podrán ser replicados en un futuro.
Son más de 150 prácticas educativas, públicas en el banco de proyectos que pueden replicarse en cualquier parte del mundo. Logrando con esto más de 1200 maestros inscritos, que podrán observar y visualizar las buenas prácticas que en la plataforma pueden evidenciarse. Se contó también con 453 docentes y 266 estudiantes participando en el desarrollo los proyectos involucrados, siendo entusiasmados por Maestros que Inspiran a crear proyectos en los cuales puedan lograr un impacto en su entorno y a través de ellos un aprendizaje propio y colectivo.
En total fueron 56 directivos que hicieron parte de equipos de trabajo en el desarrollo de estos proyectos. Involucrando las instituciones educativas en estos procesos. En los cuales fueron más allá del aula de clase, comprometidos con la innovación en la educación. Fueron conscientes de que es el momento de cambiar los paradigmas infundados en la sociedad. Se encuentran en la búsqueda de encaminar el aprendizaje en nuevos procesos. Métodos en los cuales a través de las experiencias, se logra un entendimiento e interacción, único y grandioso.
Lo más importante en todo este proceso siempre será el impacto que lleguen a generar sus proyectos. También el eco que dejarán en el tiempo sus buenas labores. Es por eso que queremos compartirles los logros obtenidos con sus trabajo. Y de esta manera reconocer su labor y sensaciones dejadas en el final del trayecto. Conozcamos sus historias y como impacto en sus vidas el proceso.

Lo sentido por Libia Romero en su proyecto: Cuenta mi abuelito fue entonces que:
¨ Este proyecto permitió aprendizajes valiosos: Reconocimiento del valor de escucha activa y apreciativa de los saberes y conocimientos del otro, pertinencia con el contexto se adecuó a la población con la cual se ejecutó, teniendo en cuenta el diagnóstico previo, transversalidad porque permitió la incorporación en el desarrollo de otras áreas del conocimiento; por su invaluable riqueza cultural y amplia aplicabilidad a través de actividades y estrategias tanto fuera como dentro del aula. Acercamiento a las familias del entorno logrando estrechar lazos de amistad y compromiso que benefician a los estudiantes.
Sandra Posada en su buena práctica: Cuidando nuestra atmósfera percibió entonces que:
“Los estudiantes están deseosos de hacer cosas nuevas, de participar de su aprendizaje, de potencializar su creatividad. Es por esto que es necesario brindar a los alumnos retos en el desarrollo de las clases. Retos que les permita potencializar sus habilidades y capacidades, que además muchas de ellas no son reconocidas. – Los alumnos empoderandose del proyecto desarrollaron un gran sentido de pertenencia y habilidades sociales además de responsabilidad ambiental. Adquirieron capacidades para identificar un problema y dar propuestas de soluciones siguiendo una metodología’’’.
Lo percibido por Doris Montenegro en su proyecto: Hilando el tejido emocional y social desde la educación inicial
como el mayor logro fue “la integración de 2 comunidades educativas y todos sus actores, uniendo fuerzas para solucionar una problemática, que propenden a su vez mejorar el ambiente de aula, la corresponsabilidad , favorece el aprendizaje significativo y para la vida, permite la transversalidad curricular, la conformación de comunidades de aprendizaje y equipos base, dinamizar y motivar las prácticas de aula, brindar herramientas a la familia para la continuar desde el hogar . A nivel particular los estudiantes tienen mayor gusto y alegría por el aprendizaje, se potencializa habilidades y competencias para la vida, se mejoró el autoestima, desempeño académico y la interacción social positiva’’.
Lo que le dejó a Sandra Colón su proyecto: Para que no me olviden… la violencia me mató pero la escritura me mantiene vivo, fue sentir que:
“Además de motivarlos por la lectura y escritura, fue un pilar fundamental para incrementar el índice sintético de calidad educativa en el nivel medio de la institución. El que realizarán excelentes redacciones, de lo escuchado, y leerlo posteriormente sin temor en público fue un logro positivo con este proyecto. Además de la empatía que desarrollan con las víctimas del conflicto. Fue muy placentero descubrir cómo otros compañeros fueron adhiriéndose a este proyecto, enriqueciéndolo con sus sugerencias y actividades”.
Nancy Bohorquez y su proyecto: Semillas saludables: el mayor impacto obtenido fue:
“Académicamente se logró afectar transversalmente las áreas a través del trabajo en la huerta. El puntaje pruebas saber aumento, se fortalecieron las competencias en los estudiantes. También se logró unión en una comunidad, incluyendo la comunidad en el proceso, los padres de familia son miembros activos y se preocupan por el aprendizaje de los niños, se despertó la motivación por la investigación, se despierta el interés por la lectura y la escritura, los niños se volvieron más críticos y analíticos, hay apropiación e interés por parte de los estudiantes por las problemáticas de su comunidad, se están formando líderes para su comunidad”.
Estas son las conclusiones sentidas por los grandes Maestros que Inspiran. Docentes que lograron obtener un gran impacto en sus comunidades y la felicidad de una labor alcanzada.